Me mentiste me engañaste y creíste en mi idiotez mas profunda...
La molestia desborda mi cuerpo, sale por mis poros e inunda todo.
Soy mujer, soy una única, entera y espesa masa de deseos de desafíos de frustraciones y otras piojeras no tan validas.
Te busque y como respuesta obtuve un sin fin de silencios, la tortura de la no palabra, la frenesís de la nada, el acabose en una mirada. Y el silencio, eterno y puro silencio, la soledad infinita desafiando mi puerta.
Miradas caídas, piernas ocultas y una lagrima libre de poseerme en cualquier minuto
Lloro cada orgasmo que tuvimos, imploro tu boca, suplico tu cuerpo, rechazo tu mente, la repudio y exhorto.
Dejaste tus pecados tirados bajo mi cama, los encomendaste a atormentarme por las noches de luna.
Te conozco de otra vida dijiste, de esa que nunca vivimos repuse sin pensarlo.
No estoy dispuesta a esto, no quiero ni puedo tolerar mas tu conjunto vació.
Pero es su hijo, replica mi madre en su moralismo ingenuo. Su hijo? Estas segura, respondo en mi perversión extrema y rió con esa risa forzada, pensada y malvada.
En otros tiempos pensé en perderme en la oscuridad de tu mirada, ahora en mi desesperación busco la luz de mis ojos, añoro mi pasado, seguro y cálido, armonioso y solitario, mi compartirme conmigo.
Te odio me quitaste a mi. Mi único tesoro, mi refugio, mi entereza y calma, te la llevaste en el bolsillo para dejarla tirada en una esquina de esta ciudad podrida.
“Cuando ni un alma resuena alrededor, cuando solo escuchar el latir de tu pecho confundido, cuando los temores juegan cartas contigo, cuando ya nada importa porque hay, y un tu (yo) gigante se apodera del ambiente, es ahí y solo ahí cuando aparece la soledad buscada y empiezas a entender que solo tu giras entorno a ti, que el mundo tiene su propio ritmo. Partes por insultarla, llorarla hasta volverla tu aliada, te obliga a enfrentarte, a conocerte y buscarte y en esa perpetuación de la nada, aprendes a caminar, a moldearte a ti, a visualizar un ritmo propio, y tu pecho se calma y tus fantasmas te gustan, y tu te llenas de ti... sólo entonces estas listo para compartirte y salir de ti a otro...” en que tiempo dije esto, donde esta mi discurso natal, mi esencia, mi as del naipe, mi yo, mi reina del ajedrez, mi mundo protegido por mi para mi. Te lo robaste, me dejaste desnuda en la calle, y con tu andar soberbio me perdí.
Espero siquiera el robarte un par de noches de desvelo, espero y deseo un poco de tormento en tu cama, espero que la helades del clima aborde tu mente y viole un poco tu alma, y tatúe mi nombre en tu desvelo.
No dudo tu pena, pero no basta, no consuela, no....