No me quiere, no me busca, ya no desea, eme aquí, sola, persiguiendo una sombra, añorando un recuerdo, algo que vuelva vivo el olor de mi almohada, el sabor de mis muslos, la humedad de mi sexo, y sigo así, caminando en círculos en los recodos de un inconciente cada vez más perverso.
Ya no te quiero, ya no busco ser absorbida en un inútil instante de muerte, ya no huelo en mis noches de insomnio tu sexo penetrando, ya no juego con tu recuerdo, ya no imploro mis gemidos, ya no escucho mi nombre en tu boca, ya no….